Los alimentos procesados y pre-empacados se han convertido en la manera más práctica y conveniente de comprar comida en los supermercados; éstos son fáciles de conseguir y muchos de ellos ya vienen listos para comer. Pero, ¿sabemos realmente de qué están compuestos estos alimentos? Y, ¿son esos nuevos ingredientes realmente buenos para nuestra salud?
El secreto del cómo procesar esos alimentos que son tan sabrosos para el paladar y que logran mantenerse comestibles por períodos muy largos de tiempo está en aquellos ingredientes y preservativos extras que los fabricantes incluyen en la preparación y empaquetamiento de estos alimentos.
Algunos de estos ingredientes incluyen azúcares procesadas, sales, grasas, saborizantes artificiales tales como el glutamato monosódico (o MSG) entre otros potenciadores del sabor, conservadores y preservativos de alimentos, colores articifiales, al igual que muchos otros aditivos y componentes químicos. Estos nuevos ingredientes y aditivos artificiales que aumentan el sabor de estos alimentos y que los preservan por períodos inusualmente largos de tiempo eran anteriomente desconocidos por nuestros cuerpos y además no contribuyen ningún valor nutricional para nuestra dieta. A esto hay que sumarle el hecho de que muchos de estos alimentos fueron genéticamente modificados y/o rociados con pesticidas.
Puede que parezcan “convenientes” el producir y consumir estos nuevos alimentos pero la verdad es que desde hace bastante tiempo ya ha sido comprobado científicamente que estos nuevos ingredientes y aditivos artificiales son muy dañinos para la salud. Además del impacto negativo a la salud ellos también tienen un alto valor en calorías mientras ofrecen un muy bajo nivel nutricional.
La razón por la cual hemos experimentado una epidemia de obesidad y de otras condiciones médicas anteriomente desconocidas en nuestra sociedad durante las últimas décadas es porque hemos cambiado una dieta basada en alimentos naturales a una basada en alimentos procesados y pre-empacados. La única manera de revertir estos síntomas es volviendo a nuestra antigua práctica de alimentarnos con comidas naturales ricas en nutrición.